¿Planificación o exclusión urbana?

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    ¿Planificación o exclusión urbana?    
   

El gran mal de la ciudad latinoamericana

   
   

El diseño urbano como herramienta de control social*

   
   

 Por Antón Carrasco Guzmán **

   
   

Facultad de Derecho

   
   

Universidad de Valparaíso - Chile

   
        inicio
   

“Parece que la ciudad continúa de un lado a otro en  perspectiva multiplicando su repertorio de imágenes: en realidad no tiene espesor, consiste solo en un anverso y un reverso, como una hoja de papel, con una figura de un lado y otra del otro, que no pueden despegarse ni mirarse”

Italo Calvino. Las Ciudades Invisibles.

 Sumario.

1.-Planificación urbana y exclusión 2.- Estigmatización y señalamiento de comunas y barrios. 3.-El gran Mall de la ciudad latinoamericana. 4.- Diseño urbano: Exclusión y control. 4a).-Herramientas urbanísticas más aplicadas. 4b).- Otras medidas de control. 5.- Espacios públicos, juventud y otras convergencias 6.- Conclusiones. Buscando distanciarse de la ciudad del miedo

 1.-Planificación Urbana y Exclusión.- La Planificación urbana como disciplina de planeamiento de los asentamientos humanos, se sistematiza con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los devastadores efectos en las ciudades europeas de dicho conflicto bélico. Con anterioridad, el diseño y planeamiento de la ciudad se realizó en bases a criterios básicos que atendían a elementos de índole geográfica en relación con lo centros de poder. Para este estudio interesa destacar la estrecha relación existente en los conceptos de planeamiento urbano y exclusión. Principalmente y a partir del principio de la zonificación, elaborado en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) realizados en Atenas y en Venecia entre los años 1930 y 1960.1

                Zonificación es el principio que tiende a fijar, para cada actividad humana, un determinado lugar. En nuestro país se traduce en la asignación mediante un plan general,  del uso de suelos en distintas parcelas. La ciudad se segmenta en zonas establecidas apriorísticamente, así: habitar, trabajar, recrearse y transitar. Se trata de un concepto depositario de las teorías funcionalistas y estructuralistas que  dieron forma al urbanismo moderno. La zonificación, actualmente incorporada en la Política Nacional de Desarrollo Urbano de la República de Chile, como en todos los planes generales de Latinoamérica, ha significado en la práctica,  la segregación y segmentación de amplias espacios de la ciudad creando zonas legales de exclusión, provocando la desintegración del tejido urbano en las principales aglomeraciones urbanas de nuestro continente.

                Junto a esta exclusión legal tenemos:

a) La exclusión connatural del modelo neoliberal que predomina en el sustrato de la planificación urbana.

b) La exclusión del espacio público generada en las políticas municipales.

c) La exclusión territorial que se realiza desde los medios de comunicación con el beneplácito de la autoridad de turno que busca proteger y resguardar a los sectores acomodados manteniéndolos “alejados” o “a salvo” de los barrios o sectores llamados marginales.

                Estas exclusiones se superponen e interactúan involucradas tanto en la institucionalidad urbana de los países del continente y  asimismo se encuentran socializadas entre la ciudadanía, que asiente en estas diferencias y las entiende, a raíz del modelo neoliberal -por supuesto- que asigna usos de suelos y destina zonas según actividad e ingresos. De esta manera, en cada ciudad latinoamericana podemos constatar fragmentaciones importantes en el nivel formal e informal.2

                En la ciudad legal la zonificación se traduce en la implementación de Planes Reguladores con exclusividad residencial y amplias zonas dispuestas para áreas verdes, normativa de antejardines y alta densidad de construcción en altura - zonas de condominios cerrados a la ciudad, que incluyen todo tipo de comodidades (algo así como ciudadelas autárquicas), teniendo su contraparte en normativas de zonas mixtas compartidas con zonas de industria “inofensiva” e incluso de servicios públicos. La cercanía en la planificación legal de los barrios denominados malos, peligrosos o bravos, con las zonas dispuestas por el plan para la instalación de industrias contaminantes no deja de ser una mera constatación de realidad. Existe un trasvasije del modelo económico hacia el plan y de éste hacia aquel.

                La autoridad central y la municipal toman este modelo y localizan sus políticas asistenciales hacia los sectores de riesgo. Así, se construye una ciudad para los pobres, con materiales más baratos, construcciones de baja calidad, un pobre diseño de los espacios públicos, deficiente red vial, cercanía a zonas aluvionales -o derechamente en zonas aluvionales-  o que corresponden al lecho de algún caudal. Se construye una ciudad de riesgo y cuya rentabilidad política asegura una constante destinación de políticas asistenciales y  de legitimación de discursos paternalistas. A su manera, el establishment político administrativo crea su propio laboratorio de necesidades que resolver. 

                Los medios de comunicación construyen el discurso comunicacional de la misma manera. En los barrios malos falta policía, abundan los delincuentes, se consume droga y la juventud se aleja de la moral predominante, en general se “vive en pecado”.

                Por otro lado, el paradigma de la integración transaccional que sitúa al mercado como el mayor referente asignador de integración y vinculación entre los individuos consumidores, pareciera legitimar desde las bases el diseño de este tipo de ciudad. 

 2.- Estigmatización y señalamiento de comunas y barrios: El señalamiento de zonas de la ciudad como de alta peligrosidad responde sin duda a una conjunción de elementos dentro de los cuales los ya mencionados -el Plan y el sistema económico excluyente- son capitales.

                Sin embargo, en las últimas décadas a raíz del influjo mediático y  segregacionista de lo que se ha entendido como doctrina de la seguridad ciudadana, se ha venido empleando el diseño urbano como estrategia de seguridad 3,unido a esto, la política de vivienda del Estado de Chile con un fuerte énfasis en los planes populares de vivienda a logrado aminorar en parte el problema de vastos sectores de la ciudadanía,  pero por otro lado a sostenido la creación  de un nuevo problema, el del estigma, ya que se identifican como bloques habitacionales iguales, baratos, en franjas desmejoradas de las ciudades, facilitando la clasificación, identificación  y vigilancia de sus habitantes como señala asertivamente Hernández: “una nueva geografía urbana exhibe la yuxtaposición entre las viviendas “públicas” y las zonas residenciales “seguras””.4  

                Podemos también asegurar que las directrices informativas de los principales medios de comunicación trabajan en base a este esquema de comunas “malas” y “buenas”. La cobertura periodística, en ese sentido, funciona como un barómetro que podemos observar noche a noche en los informativos centrales. Transformándose el periodismo en un referente de opinión la más de las veces de escasa información y con un tratamiento criminalizador del tema.

                Este fenómeno de exclusión sustentado en el diseño y la planificación urbana se ha masificado en las ciudades chilenas, y el Mall es uno de los símbolos más contrastables de esta segmentación, aunque pueda parecer lo contrario. 5  6

                Unido a esto, se construye un discurso legitimador desde los agentes empresariales y gubernamentales respecto al significado de este aparecimiento del mall en las ciudades; como ejes de transformación productiva, o cual índices del crecimiento económico, foco de fuentes laborales permanentes, de progreso y revitalización económica, etcéteras varios. Estas variables econométricas que los inversionistas esgrimen para justificar y legitimar la implementación de estos mega centros comerciales es recogido por el gobierno y sus agentes, reproduciendo el esquema tecnocrático y utilitarista de las plusvalías sucesivas, generándose así un beneplácito transversal. Pareciera que la sociedad en su totalidad aumenta sus índices de felicidad ante la capitalización de los intereses de los inversionistas del consumo.     

                Sin embargo, no se está haciendo otra cosa que crear espacios defendibles y amurallados. Es así como el concepto de exclusión comunicacional/transaccional toma su cuerpo transformánsose estos sitios en verdaderos hitos urbanos, a modo de catedrales de una nueva y rentable religión.7

 3.- El GRAN MALL de la ciudad Latinoamericana: La inversión de un shoping center de las carácteristicas existentes en las principales ciudades chilenas es de carácter billonario. Se precisa de amplias zonas de la ciudad, cuatro o cinco manzanas completas en las cuales se destruye todo vestigio de vida pasada. Se requiere un paño limpio, sin árboles, parques o construcción alguna. Se implementa la construcción de inmensos galpones abiertos, donde se albergará a tiendas por departamentos, comercio especializado, megamercados,  patios de comidas, restaurantes, librerías, galerías de arte, e incluso clínicas. Debe considerarse la implementación de estacionamientos y vías de acceso. Rampas comunicadoras entre edificios y entre las carreteras. Ingentes inversiones que constituyen en la actualidad las nuevas plazas de recreo de los habitantes de la ciudad. Esta especial forma de revaloración de los espacios urbanos tiende a la marginación, y a un sin número de relaciones que resultan aparentemente paradójicas. Así:  integración - exclusión, expansión - dispersión, espacios públicos - privatización, penetración y fragmentación.

                ¿Debemos considerar a estos centros comerciales como la nueva plaza urbana?, pues como nuevo lugar en la ciudad se han ganado un espacio importante entre las preferencias de la gente. Explorar las preferencias de la gente no es materia de esta monografía, pero si podemos analizar el significado desde el punto de vista de la integración y la políticas de fragmentación de la ciudad.

                Hemos hablado ya del paradigma de la integración comunicacional/tansaccional, desde el cual quizá podamos explicar el porqué estos lugares se han transformado en el nuevo “punto de encuentro” en las ciudades de hoy. Ahí está la imagen que todos buscan. Abundancia, limpieza, belleza y consumo. Orden deseado, en contraposición al caos relativo que predomina en la ciudad olvidada. Pues bien, aquellos que no pueden permanecer en este juego de intercambios, constituyen un sector que va quedando rezagado, desprovisto de las habilidades para competir en forma adecuada. Ellos son los excluidos.8  

                Desde el punto de vista de la autoridad se implementan sucesivos cambios en los usos del suelo de los planes reguladores, a efecto de consolidar la implementación de  centros comerciales de envegadura, con el consecuente ingreso por concepto de impuestos municipales ( patentes comerciales, permisos de construcción, etc). La ciudad formal entonces, se hace a espaldas de los excluidos.9  

 4. Diseño urbano: Exclusión y control.- Hecha la síntesis relacional: modelo económico- modelo de integración comunicacional/transacciona-plan de ordenamiento territorial (urbanístico) -exclusión. Tenemos que efectivamente el DISEÑO URBANO puede constituirse como una herramienta de control social, como una estrategia de seguridad en sí misma.

                Lo señalado en los puntos anteriores es sin duda el orden subyacente detrás de la planificación. Analicemos ahora los discursos comprometidos:   Desde dónde y porqué se busca el control, que no es otra cosa que construir integración dejando fuera a algunos. ( que son muchos )

a) Discurso público: Desde lo público el tema de la delincuencia es entendido como transversal a todas las políticas del gobierno. El Estado Social de Derecho concibe la estructuración de programas focalizados de combate al fenómeno descrito. En las últimas dos décadas la orientación de la política criminal de los Estados se ha dirigido a gobernar el delito y a lograr un nivel aceptable de criminalidad, más que a eliminarlo. Este “nivel aceptable de criminalidad” es el que se transforma en referente principal de los discursos públicos comprometidos. (gubernamental, administrativo, legislativo, político, etc.) Se asume la criminalidad como un asunto estructural que no es posible  aislar en su tratamiento, por lo tanto, se incorpora como un aspecto más en la focalización de las políticas públicas. La sloganización del fenómeno, desde Tolerancia cero, Tandem Montreal, Safter cities en Johanesburgo, Plan Barcelona, Misión Bogotá, Comuna segura: un Compromiso Cien, no muestra sino una marcada preocupación en estos planes como fenómeno comunicacional antes que como plan social de integración.   

                Porque precisamente el control de la ordenación del territorio está en manos de una minoría económica. BORJA señala: “La famosa concertación público-privada, incluso cuando se expresa en planes e iniciativas de carácter global, muchas veces se basa en el acuerdos entre instituciones políticas de representación oligárquica y grandes grupos económicos. La exclusión social y la marginación de áreas territoriales se expresa por omisión, pero no es menos manifiesta” 10

                Décadas atrás el énfasis de la seguridad se puso en los sectores marginados, por lo general ubicados en la periferia, pues ahí se encontraban los agentes a quienes había que mantener vigilados. Los modelos utilizados, el represivo y el asistencial demostraron su inutilidad. La tríada policía-tribunal-cárcel ya no es autosuficiente.

                  Actualmente, en cambio, la orientación se ha dirigido a los espacios que hay que defender de aquellos. El poder público hace abandono del control de ciertas áreas de la ciudad.

                Entendiéndose el gobierno del territorio muchas veces en clave de protección- represión de las áreas “in” de la ciudad. La administración pública renuncia al control del resto y a la integración de sus poblaciones. 

                Ahora la preocupación está sencillamente en cuidar a los ricos de los pobres, de no mezclar. Así, en lo urbanístico, se han desarrollado planes de diseño del espacio público a efecto de desalentar a los “out siders” en su ingreso a estos sectores pudientes. 11

                La ciudad en cuanto competitividad, calidad de vida y gobernabilidad se construye sobe la base de la desintegración.

b) Discurso del mundo empresarial: Es sin duda el más coherente. Se construyen oportunidades, se aprovechan las plusvalías del suelo. Se crean nuevas fuentes laborales y obtienen utilidades. La idea es aprovechar al máximo el suelo, evitar los sitios eriazos, demoler los edificios abandonados, que no exista en la ciudad ninguna ventana rota.  Las grandes obras en materia de comunicaciones, infraestructura, vialidad y promoción económica se originan en la banca privada y bajo la lógica del mercado, planteándose desde el esquema de la globalización y la competitividad internacional. 12

c) Discurso académico: Desde las Facultades de Arquitectura se escucha permanentemente una crítica al feismo de estos nuevos espacios de la ciudad liberal. Se define al espacio desde la proyección del ser, desde lo conceptual, desde el taller de arquitectura o desde las bienales, se denuncia con lujo de tecnicismos. Sin embargo, los arquitectos no salen a la ciudad, ni tampoco han logrado convertirse en intermediarios legítimos de lo que hoy se ha denominado “hacer ciudad”. Predominan en cambio los planteamientos privatistas desde las Facultades de Economía que han vencido en la incorporación al proceso de planificación de los conceptos de Planificación estratégica, Gestión y marketing de la ciudad, competitividad, definición de un proyecto ciudad, etc. El pragmatismo urbano, basado en el paradigma del consumo, se ha impuesto por sobre los conceptos subyacentes en las escuelas arquitectónicas contemporáneas, las necesidades del habitar, la primacía de lo vernáculo, la ciudad y el entorno natural,  e incluso la poesía de la ciudad.  

d) Discurso legal: Las leyes de urbanismo y construcción son sin duda la trinchera de los inversionistas, por lo menos en Chile. Amparada en una Política Nacional de Urbanismo inicua y obsoleta, no obstante la antigüedad de las normas, éstas se reforman constantemente en el aspecto reglamentario y de nivel local.  La reforma, que se traduce en retoques al cuerpo central de la Ley General, no altera el agudo centralismo que administrativamente se impone en la ley. Desde el Ministerio de la Vivienda, las Secretaría Regionales Ministeriales y las Direcciones de Obras Municipales,  la regulación de la actividad de la construcción no es sino de carácter procedimental. La normativa es pocas veces restrictiva y alienta la continua deconstrucción-construcción de la ciudad, mediante la implementación de los procedimientos que para estos casos la Ley contempla.  Así, a través de la modificación de los planes reguladores y sus disposiciones y ordenanzas, los agentes del mercado inmobiliario combinan un extraño nivel de eficiencia y legalidad. 13

e) Discurso de la seguridad ciudadana: A partir de la teoría de las ventanas rotas, el discurso de las alcaldías se hizo bastante empático con el discurso del mundo empresarial que pretende posicionar a las ciudades en el concierto internacional. Este discurso pretende abolir la mínima falta para evitar el correlato abandono-desorden-destrucción-caos. Tolerancia Cero opta por un tipo especial de tratamiento del tema de la delincuencia: Comienza del reconocimiento que pueden tener los desórdenes como antesala del delito. Doctrina que ha propiciado la confusión de la prevención policial del delito y la dimensión social de la prevención que va dirigida a las causas estructurales. Este discurso identifica la prevención social y la prevención policial como referente de acción. 

f) Discurso  tecnológico: El espacio esta siendo concebido de una distinta manera, los avances cibernéticos y tecnológicos han revertido los conceptos hacia nuevas realidades. Por lo mismo, los antiguos espacios públicos han debido recrearse y repensarse. Piénsese en la nueva plaza de armas de la ciudad de Santiago de Chile -una nueva plaza concebida en pos del tren subterráneo y  de la vigilancia. Más cristal, más hormigón armado, menos especies arbóreas. Irrumpe el olvido al ciudadano y lo que la ciudadanía envuelve.  Se busca “limpiar la vista” de los espacios de la ciudad, hacerla más vigilable, no anteponer obstáculos a las cámaras existentes en el centro de la ciudad.  El nuevo estilo de vigilancia ciudadana que se impone exige el desarrollo y/o adaptación de tecnologías de punta en materia de búsqueda, posicionamiento satelital, monitoreo de áreas y conglomerados humanos, etc. 

                La nueva geografía, la nueva arquitectura y los nuevos modelos de ciudad virtual transforman día a día nuestros espacios públicos en lugares cada vez menos concurridos. La tendencia a revertir: nuestras ciudades están siendo abandonadas.  

                Estos discursos que hemos enunciado deben ser contextualizados dentro las principales tendencias de urbanización planteadas en nuestro continente:

1. Periferización: tendencia expansiva de la ciudad latinoamericana por excelencia, entendida como la urbanización precaria de zonas rurales, a efectos de “incorporarlas” al acuerdo legal-administrativo-económico de crecimiento. Tipo de crecimiento exógeno y centrífugo. 

2. Regreso a la ciudad construida: Se abandona la periferización, orientándose la actividad urbanística hacia la ciudad ya existente y consolidada. Lo que el profesor Carrión denomina Regreso a la ciudad construida.  Estilo de crecimiento endógeno y centrípeto. 

3. Reapropiación de zonas antes marginadas: Como modalidad de la tendencia anterior. De carácter más focal, prioriza la reurbanización de zonas que han permanecido aisladas del cuerpo de la ciudad tales como Centros Históricos, Barrios Portuarios, etc. Es multidireccional y establece  nodos potentes de atracción urbana, integrados e impulsados de acuerdo a las dinámicas  vernaculares de cada zona.14  

   
   

 

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 4a).-Herramientas urbanísticas más aplicadas.-  Señalaremos aquí las medidas de índole territorial.

·       Modificación de planes reguladores: Los planes reguladores son los instrumentos legales de planificación urbanística a través de los cuales se establece la ordenación racional del territorio.15 En él se establecen usos de suelo, zonas diversificadas según actividad -recuérdese el principio de zonificación-, coeficientes de constructibilidad, densidades, equipamiento urbano, límite urbano, áreas prioritarias de desarrollo, etc. A través de los seccionales modificatorios la administración puede cambiar estos índices en concordancia con los intereses públicos predominantes, sin embargo, no existe la real discrecionalidad de la administración en los distintos niveles respecto al poder central. Debe considerarse el influjo de los inversionistas - y el lobby político ante los concejales del municipio - al momento de determinar el nivel y tipo de desarrollo de una zona de la ciudad. 

·       Planes de renovación urbana en sectores conflictivos o de alto riesgo; nos referimos a transformaciones de gran envergadura, a modo de las realizadas en Santiago de Chile o Valparaíso en la década de los años 60 y a las cuales el Estado de Chile ha renunciado sistemáticamente, quedando el Ministerio de Vivienda y Urbanismo convertido en un asignador de viviendas de emergencia o solucionales, y relegándose así por completo su misión urbanística.  

·       Revalorización del suelo en áreas de altas plusvalías. La incorporación al Plan Regulador de nuevos territorios por un lado, y el cambio de usos dentro de la ciudad construida, como señala el profesor Carrión, son alternativas existentes dentro del acuerdo urbano-administrativo chileno. Sin embargo se direccionan en favor de intereses preventivistas fundados en la generación de espacios resguardados de los sectores llamados “peligrosos”, los casos de las villas mineras en el norte de Chile, de ciudad empresarial en Santiago y de Curauma “la ciudad nueva” en las afueras de Valparaíso son muestra de ello.

·       Generación de zonas de influencia urbana. A través del diseño de grandes áreas comerciales se aislan grandes zonas de la ciudad en forma artificial, creando así además territorios de influencia a los cuales se extiende el paradigma del consumo y el sistema excluyente al que hacíamos expresa referencia al comienzo de ésta monografía. Es lo que llamamos la ciudad dentro de la ciudad.

·       Arquitectura panóptica. Lo hemos señalado al enunciar el discurso de las nuevas tecnologías; que en arquitectura y diseño urbano se han comenzado a implementar en nuestro país. La vigilancia - antes que la comunidad - signo de la desconfianza y el temor que constituye la regla general de las ciudades, da vida a una arquitectura destinada a la custodia.

·       Espacios públicos ( privados ). En el mismo sentido que el punto anterior tanto como el diseño arquitectónico,  el diseño de espacios públicos se ha alejado de los intereses del sector público, privatizándose el espacio público.

 4b).- Otros formas de control.-  Que sin ser de índole urbanísitico-territorial complementan a las anteriores a efectos de crear percepciones de seguridad. 

                Destacamos principalmente las iniciativas que consideran esencial la participación de la sociedad organizada, a través de Consejos territoriales urbanos o similares.

                En Francia desde el proyecto BONNEMAISON, se han extendido por gran parte del país los Contrats Locaux de Sécurité, una de las propuestas que se materializa luego de su puesta en marcha en el año 1982. Las recomendaciones del informe Bonnemaison pueden ser agrupadas en siete grandes ámbitos: vivienda pública, inmigración, escuela, policía, administración de justicia y ayuda a las víctimas, formación profesional y una de carácter general: la capacidad de los alcaldes en la coordinación de los diferentes recursos.16

                En este sentido, los Contrats Locaux de Sécurité,  son una figura jurídica que permite, a partir de una puesta en común de objetivos tanto transversales como particulares de cada municipio, la racionalización de los recursos privados y públicos. Sin embargo, y a pesar de la buena estructura de estos planes, se han producido dificultades y crisis a nivel de la juventud francesa y específicamente en las banlieus de las grandes connurbaciones. 17

                En Barcelona ( BCN ), las políticas de seguridad se iniciaron aproximadamente en el año 1983 con los que se ha denominado “episodio del miedo” en gran parte de las ciudades españolas. Se creo así en BCN la Comisión Técnica de Seguridad Urbana (CTSU) , con la tarea de realizar en un año el análisis de la situación, y el establecimiento de las propuestas necesarias para la constitución de un nuevo modelo de seguridad para la ciudad. 

                Este nuevo modelo propuesto por la CTSU se asentaba sobre cuatro principios: prevención, represión, solidaridad y participación comunitaria. La aplicación de estos principios debía tener en cuenta los siguientes ejes de trabajo: el conocimiento de la realidad, cooperación y solidaridad institucional, coordinación de las políticas y desarrollo de programas. Como señala LAHOSA, es evidente que el elemento fundamental en esta nueva forma de ver el tema de la seguridad, es la propia ciudad, pues la eficacia de las grandes opciones legislativas y gubernamentales, depende de la apropiación social que de ellas haga la comunidad. Es impensable creer que sea posible garantizar un nivel óptimo de seguridad y libertad sin tener en cuenta la corresponsabilidad de los ciudadanos en este ámbito de la vida de la ciudad. Esta nueva dimensión del actuar plantea políticas que no solo integran la respuesta penal. Se trabaja con el binomio libertad - seguridad.18

                En Chile, el discurso predominante es el de la seguridad ciudadana, representado por la fundación privada Paz Ciudadana, sustentada esencialmente en los fundamentos del mercado neoliberal, la infantilización de la sociedad civil y la doctrina de la seguridad nacional; en el nivel de las políticas municipales el impacto ha sido altísimo en el modo de vivir y hacer ciudad en los núcleos urbanos chilenos. Nuestros asentamientos en los últimos diez años han debido enfrentar cambios estructurales.19

                En los comienzos fueron pasajes y calles privadas, luego guardias municipales,  cámaras de vigilancia en la ciudad,  ahora nuestras ciudades están vigiladas. El sustrato de la prevención general proveniente de la estructura de las policías se ha desplazado hacia la vida comunitaria, compenetrando los ámbitos privados de la misma comunidad introduciendo las ideas de la delación, desconfianza y vigilancia mutua.

5.-Espacios públicos, juventud y temas convergentes.-  Debe tenerse a la vista en el debate de los tópicos analizados en esta monografía,  un conjunto de temáticas de alta convergencia y actualidad. Ámbitos que sin lugar a dudas constituyen vasos comunicantes para una política de estudio, desarrollo y de elaboración de planes de manejo del tema de la seguridad urbana y de la planificación de la ciudad. 

Así:                       

·       El tratamiento y desarrollo de verdaderos espacios públicos, de la fidelidad de ellos y la  apropiación de estos por parte de los ciudadanos. Logrando progresivamente la identificación de la persona  con su entorno, alejándose del concepto de espacio o zona a proteger del extraño. Construyendo un preventivismo sin perversiones. 

·       Priorización de las políticas ciudadanas en el segmento de la población juvenil, a través de la generación y aprendizaje de buenas prácticas urbanas.

·       El tratamiento del tema drogas en el Estado chileno requiere de claridad en la orientación de los objetivos buscados por los agentes intervinientes.20

·       Tratamiento, investigación y participación de las minorías en el planteamiento de los planes. Así: a) desempleados, b) inmigrantes, c) minorías sexuales, etc. 

 6.-Conclusiones.-  Sin duda la utilización de los instrumentos de diseño urbano -de nivel territorial o no- a efectos de complementar las tareas de prevención del delito en los distintos países, deben ser aisladas de las decisiones del mercado, al cual se ha entregado tácitamente este diseño. La ciudad  tiene en los instrumentos legales de planificación, ordenación y diseño urbano una herramienta adecuada para la obtención de la integración social, antes que a la exclusión. Sin embargo, deben corregirse las orientaciones actuales del desarrollo urbanístico en sudamérica en base a principios rectores, así los principios en que debe descansar la legislación a modo de lege ferenda, serán:  

a) Regreso a la ciudad construida por sobre la ciudad internacionalizada: A través de mecanismos técnicos de consolidación de la ciudad consolidada, deben privilegiarse las dinámicas locales de desarrollo.

b) La identificación-apropiación de los espacios por sobre la militarización del espacio urbano: Pues ésta última ha constituido una de las alternativas lamentablemente más recurridas al tema de la prevención del delito. Las ciudades se llenan de rejas y muros, se busca la posibilidad de tener guardias personales en las esquinas de las calles, como una forma de disminuir los niveles de inseguridad. 21

c) Integración de áreas de la ciudad antes que  la Gethización de ésta.

d) Priorización de la comunidad por sobre la vigilancia.

e) Predominio de la orientación participativa de la ciudadanía,  antes que la verticalidad en la promoción e implementación de los planes de seguridad urbana.

 NOTAS y  REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

* Estudio presentado en el XV Congreso Latinoamericano de Derecho Penal y Criminología, Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Octubre de 2003. Publicado en Libro de Ponencias, pp. 398 a 405. Editorial Advocatus.  

** Asesor legal-urbano, de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso en la elaboración del expediente propuesta, ordenamiento territorial y Normas Técnicas del Centro Histórico de Valparaíso y su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO, años 2000 a 2002. Miembro del Seminario Víctima y Proceso Penal del Dr. Raúl Núñez Ojeda. Facultad de Derecho. Universidad de Valparaíso.

1 Le Corbusier, “La Carta de Atenas”, Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Departamento de Planificación y Estudios urbano - regionales, Santiago de Chile, año 1973.

2 Hardoy & Gutman. “Impacto de la urbanización en los centros históricos Iberoamericanos”. Mapfre Ediciones. Buenos Aires. 1992.

3 Hernández, María Lucrecia. En Sociedad del riesgo y estrategias de Control Penal”, en Libro de ponencias del XIV Congreso Latinoamericano, VI Iberoamericano y II Nacional de Derecho Penal y Criminología. 25 al 28 de Septiembre de 2002. Facultad de Derecho. Universidad de Valparaíso. Chile, año 2002. pp. 828 a 833.

4  Hérnandez,  María Lucrecia. Ob cit. En este mismo sentido; Jordi Borja señala: “El espacio de flujos, de geometría variable, sustituye el territorio visible. Los Lugares referenciales productores de identidad se masifican, cuando no, se disuelven. El urbanismo pierde su función integradora. La nueva ciudad metropolitana tiende a la discontinuidad, a la especialización de sus zonas y a la marginación de otras y al debilitamiento de los centros cívicos, polivalentes y de fuerte carga simbólica”.“Planeamiento estratégico y proyectos urbanos: Nuevos territorios y nuevas economías” en  Planeamiento y Gestión Estratégica en América Latina. UNCRD. Santiago de Chile. 1996, p.86.

5 Así en las ciudades de Santiago, Viña del Mar, Concepción, y La Serena, los municipios, con mayor o menor especificidad, han implementado junto con policías municipales de carácter preventivo, de nula profesionalización y carácter decorativo, políticas y planes de segmentación de la ciudad en cuadrantes de peligrosidad, en atención a la tutela de bienes jurídicos específicos. La segmentación de las ciudades, conlleva no solo a referirnos a sus respectivos Planes reguladores sino también a la idea de ciudad excluyente que ha ido incorporándose al  referente ciudadano chileno desde que el suelo como recurso se desregulara quedando a merced de las valoraciones del mercado. La ciudad se construye de manera unilateral, posponiendose las necesidades de muchos para satisfacer los requerimientos de pocos. Podemos afirmar que en cada ciudad chilena con más de 100.000 habitantes hay por lo menos un mall. Un gran Mall. Dentro de ellos no existe certeza si es de día o de noche, si es fin de semana, día de trabajo o festivo. En el Mall, puedes estar en Viña del Mar, Santiago, La Serena o Puerto Montt. Son las mismas tiendas por departamentos, los mismos inversionistas, la misma Compañía Telefónica. Constituye la uniformidad, la paradoja del consumo aparente, el endeudamiento de las candilejas, las vitrinas de la mentira, en definitiva: la exclusión. La marginación de la realidad.       

6  En épocas pasadas este rol  lo cumplieron a cabalidad, desde una concepción arquitectónica más coherente e integradora,  los llamados caracoles comerciales, insertos en la trama de la ciudad y albergadores de un comercio a escala humana.  Actualmente los caracoles yacen al interior de la ciudad albergando peluquerías y centros de tatuado, con un escaso valor del suelo, y una plusvalía que disminuye mientras las tierras del mall se valorizan.

7 La ideología del mercad0o absoluto propone un esquema de integración/desintegración por la vía del consumo. Cambia la visión constructivista de la sociedad que protegía a los ciudadanos como productores, trabajadores o ciudadanos activos. Se impone ahora  una visión comunicacional/ relacional de la sociedad, según la cual la sociedad se vincula en los múltiples intercambios; los mercados transaccionales son el modelo de todos los intercambios, de los que ocurren entre las personas a nivel público y privado. En este sentido; Bengoa, José. La comunidad perdida. pp. 137 y ss.

8 Bengoa, José. Ob. cit.. p. 139.

9 ”Lo urbano se ha convertido en un modo de vida fundamental para la mayor parte de la población latinoamericana. Sin embargo, un importante segmento de ella no goza  de los más elementales derechos de ciudadanía. Entre 1970 y 1990 el porcentaje de la población pobre que reside en las ciudades de América Latina credio de 29% aal 39 %, lo cual significa un aumento de 44 a 115 millones de personas. Para el año 2000, se estima que 90% de los hogares considerados pobres vivirán en areas urbanas”. Carrión M, Fernando. El Regreso a la ciudad construida, en Planeamiento y Gestión Estratégica en América Latina. UNCRD. Santiago de Chile. 1996, p.181.   

10  Borja, Jordi. Ob. cit, p.86.

11 “Una de las aristas de la prevención fue la modificación de los espacios y su preparación y diseño contra los posibles ofensores: podemos observar en ciudades europeas como Barcelona, Londres, Rotterdam, Amsterdam o en muchas otras de América (Los Angeles, Nueva York, México,Caracas, Bogotá, Buenos Aires  o San Pablo) que las nuevas políticas de seguridad incorporaron una amplia gama de tecnologías, políticas arquitectónicas y geográficas”, en Hernández, María Lucrecia. Ob. cit. p.185.

12 Quedan fuera de juego así, zonas enteras del territorio urbano -regional. Una parte de la población bastante considerable queda fuera de las comunicaciones globales y de las actividades competitivas. En unos casos han sido expulsados de la actividad económica formal, en otros nunca han entrado, aquí se confunden desempleados estructurales y jubilados prematuros, jovenes sin calificación laboral, inmigrantes de las provincias, minorías étnicas, etc. Cuando esta población se concentra en áreas ghetto se produce el circulo vicioso de la marginalidad. En este sentido, Carrión, Fernando. Ob. cit vincula la planificación racional de los sistemas viales y de transporte con la segregación, señala: “Así, la segregación urbana se reproduce en el transporte, con lo cual los pobres quedan atrapados en espacios aislados por las vías de alta velocidad y transporte sofisticado que no puede usar. El recorrido del pobre por la ciudad es reducido, lo cual le impide vivir la ciudad como un todo y también repensarla.

13 En 1979 la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo propuso la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Allí se definía al sector privado como principal encargado de materializar las iniciativas de desarrollo urbano, estableciendo la subsidiariedad del Estado. Se considera al suelo como un recurso no escaso cuyo uso y disponibilidad debe ser determinado por su rentabilidad “dentro de la sola limitación de la zonificación, las normas técnicas y le interés público para determinadas funciones” . Política Nacional de Desarrollo Urbano. AUCA , Nº 37, Santiago de Chile. 1979.

14 Sobre esta tendencia puede verse nuestro estudio “Centro Histórico de Valparaíso, tugurización y delincuencia” Carrasco Guzmán, Antón. Seminario internacional Fundación URBE. Santiago de Chile. 2001.

15 Los planes reguladores -comunales e intercomunales- están compuestos de una Memoria explicativa, un Estudio de factibilidad,  una Ordenanza que contiene las disposiciones reglamentarias y un conjunto de planos  que expresan gráficamente el contenido del Plan general. Para los efectos de su aprobación, modificación y aplicación constituyen legalmente un único cuerpo. Artículo 42 LGUC.

16 En 1982, luego de una campaña electoral muy mediatizada por las cuestiones relacionadas con la seguridad, se constituyó la Comisión de alcaldes franceses, bajo la presidencia de Gilbert Bonnemaison, alcalde de Epinay-sur-Seine y diputado de la Asamblea Nacional. Dicha comisión se planteó cual debía ser la nueva estrategia nacional de seguridad y qué papel debían jugar en ella las administraciones locales. Lahosa, Josep María. Ob. cit. p.63.

17  Banlieus: Extrarradio, periferia extrema de las áreas metropolitanas,  especialmente en París.

18  Lahosa, Josep María. Ob. cit. p.66.

19  No obstante el intento del gobierno por desvincularse operativamente de éstas políticas de control a través de planes de prevención  con una convocatoria ciudadana estática y parcial.

20  Sobre este tópico se recomienda consultar Schmal, Francisca y González, Marcela, “El Estado de Chile y la Política de Drogas: nuevas perspectivas en el ámbito de los sujetos de control” en Libro de ponencias del XIV Congreso Latinoamericano, VI Iberoamericano y II Nacional de Derecho Penal y Criminología. 25 al 28 de Septiembre de 2002. Facultad de Derecho. Universidad de Valparaíso. Chile, año 2002. pp. 399 a 407.

21 Durante el año 2000 la Asociación Chilena de Municipalidades postuló con encono el cierre de los pasajes, a efecto de convertir ciertos tránsitos de públicos a exclusivos. Reivindicación orientada a disminuir los niveles de inseguridad en la ciudad. AChM; informativo. I Semestre, año 2000.

 

Bibliografía consultada

Acero,Lahosa,Orrego y otros. “Conversaciones públicas para ciudades + seguras”. Ediciones SUR. Santiago de Chile. año 2000.

Bengoa, José. “La Comunidad Perdida”. Ediciones SUR. Santiago de Chile. año 1996.

Bergalli, Roberto y Bustos, Juan.“El Pensamiento criminológico”V.2. Estado y Control. Editorial Temis S.A., Colombia, año 1983.

Bergalli, Roberto y Bustos, Juan. (Compiladores)“El poder penal del Estado”. En homenaje a Hilde Kaufmann. Depalma, Buenos Aires, año 1985.

Borja,  Jordi. “Planeamiento estratégico y proyectos urbanos: Nuevos territorios y nuevas economías” en  Planeamiento y Gestión Estratégica en América Latina. UNCRD. Santiago de Chile. 1996.

Carrasco, Antón. “Centro Histórico de Valparaíso, tugurización y delincuencia” Seminario internacional Fundación URBE. Santiago de Chile. 2001

Carrasco, Antón. “Protección jurídica de Centros Históricos Urbanos.Analisis desde la perspectiva del conflicto de intereses público y privado” Tésis de Licenciatura. Facultad de Derecho. Universidad de Valparaíso, año 2002.  

Carrión, Fernando. “El regreso a la ciudad construida” en Planeamiento y Gestión Estratégica en América Latina. UNCRD. Santiago de Chile. 1996.

Hernández, María Lucrecia. “Sociedad del riesgo y estrategias de Control Penal”, XIV Congreso Latinoamericano, VI Iberoamericano y II Nacional de Derecho Penal y Criminología. Septiembre de 2002. Facultad de Derecho. Universidad de Valparaíso. Chile., año 2002. pp. 838 a 833.

Le Corbusier, “La Carta de Atenas”, Universidad de Chile, Traducción a cargo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Departamento de Planificación y Estudios urbano - regionales, Santiago de Chile, año 1973.

Waquant Löic , “Parias urbanos” Editorial Manantial, Buenos Aires. año 2002.

   
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